Hola a tod@s, buceando por la prensa hemos encontrado dos artículos que hacen referencia a la Sierra de San Quílez explicando un poquito su historia, repoblación... y en relación a esto último un artículo sobre el vivero con el que se reforesta nuestra Sierra gracias a la ayuda de la Asociación Ecologista Sierra de San Quílez. A continuación os reproducimos uno y os dejamos el enlace para el otro.La Sierra de San Quílez es un lugar perfecto para pasear y desconectar. Es un espacio donde las tormentas se dividen, donde las temperaturas son más agradables en verano o donde se pueden apreciar las lágrimas de San Lorenzo en pleno mes de agosto, en un lugar único.
La historia indica que fue a mediados del siglo XVIII cuando el Consistorio de Binéfar tomó el acuerdo de acudir a la subasta de la sierra, que era propiedad de la Diputación Provincial de Huesca. Fue el abogado y notario Benito Coll Altabas quien realizó las gestiones oportunas. Se trataba de un terreno de setenta y cinco hectáreas, entre llanos y cuestas, con plantas entonces de Quercus Ilex, un verdadero y frondoso carrascal. Desde entonces se inscribió este terreno como "Sierra de San Quílez". El carrascal fue desmantelado justificando la necesidad para hacer leña para los hogares de los binefarenses.
La presencia de Hipólito Bitrián en Binéfar permitió iniciar en la década de los cincuenta los primeros trabajos de reforestación del terreno. Fueron sus alumnos quienes siguiendo sus enseñanzas comenzaron esa repoblación, que permite medio siglo después disfrutar a los binefarenses de una sierra, de un "pulmón verde".
El docente, que ejerció de pregonero de las fiestas, fue nombrado hijo adoptivo y cuenta con una plaza dedicada en la población, inculcó a sus alumnos el cuidado y amor por la sierra, que se mantiene después de varias generaciones.
Además, el Ayuntamiento de Binéfar, creó con la participación activa de un grupo de voluntarios, el Consejo de la Sierra. Se iniciaron obras de cuidado de este entorno, arreglo de caminos, campañas de plantaciones, se crearon miradores, rincones, fuentes, zonas de esparcimiento infantil, que lo convirtieron en un espacio privilegiado.
CAMINO NATURAL
Esa iniciativa municipal ha permitido que el Ministerio de Medio Ambiente apruebe la creación del Camino Natural de la Sierra de San Quílez. Una parte importante del trazado, un tramo de dos kilómetros ochocientos metros que conecta el Canal de Zaidín con la sierra, está ya concluido. Es una apuesta vital para que los binefarenses puedan no solamente disfrutar, sino que tengan la oportunidad de conocer la flora y fauna del entorno en un paseo tranquilo.
Los accesos para llegar a la sierra son varios: desde la carretera de Valcarca-Binaced, a través de una senda que conecta directamente con la ermita; igualmente entre Binéfar y Monzón, cogiendo el trayecto del campo de tiro donde se inicia el tramo del Camino Natural ya hecho; o desde la industria cárnica Fribín a la altura del Camino de las Brujas, que conecta a su vez con el camino natural.
La sierra cuenta desde noviembre y hasta marzo con un completo programa de plantaciones de árboles donde binefarenses y comarcanos participan todos los domingos, en el mantenimiento y recuperación.
Hay rincones muy especiales, como el lugar donde un olivo nos indica que el año 2001, la Diputación de Huesca concedió a sus cuidadores el Premio Félix de Azara; el Huerto de Don Hipólito, donde se recuerda de una forma muy especial al maestro que fue capaz de inculcar a sus alumnos la pasión y el amor por este espacio verde; o el Ruello de Majuelo, que recuerda la donación de una familia de la localidad de un apero agrícola que está expuesto de una forma permanente. Los miradores sirven igualmente para tener unas vistas privilegiadas no sólo del casco de Binéfar, sino de las principales cimas del Pirineo, de las localidades cercanas de Huesca y Lérida.
El conjunto de carrascas ubicadas en la división de caminos, o las privilegiadas instalaciones del campo de tiro, con una completa casa equipada para cualquier tipo de evento, o el campo de aviación, dan una idea de que estamos en un territorio privilegiado, especialmente querido por la población de Binéfar. Los fines de semana sirve para que familias y vecinos disfruten de un estupendo entorno natural.
El camino y su puesta en marcha permitirán conocer y disfrutar más a fondo la zona. Ahora la potenciación de este espacio y, sobre todo, involucrar a las nuevas generaciones en el amor y conocimiento de la sierra, son los siguientes retos. Los medios, sin lugar a dudas, están en funcionamiento.
La historia indica que fue a mediados del siglo XVIII cuando el Consistorio de Binéfar tomó el acuerdo de acudir a la subasta de la sierra, que era propiedad de la Diputación Provincial de Huesca. Fue el abogado y notario Benito Coll Altabas quien realizó las gestiones oportunas. Se trataba de un terreno de setenta y cinco hectáreas, entre llanos y cuestas, con plantas entonces de Quercus Ilex, un verdadero y frondoso carrascal. Desde entonces se inscribió este terreno como "Sierra de San Quílez". El carrascal fue desmantelado justificando la necesidad para hacer leña para los hogares de los binefarenses.
La presencia de Hipólito Bitrián en Binéfar permitió iniciar en la década de los cincuenta los primeros trabajos de reforestación del terreno. Fueron sus alumnos quienes siguiendo sus enseñanzas comenzaron esa repoblación, que permite medio siglo después disfrutar a los binefarenses de una sierra, de un "pulmón verde".
El docente, que ejerció de pregonero de las fiestas, fue nombrado hijo adoptivo y cuenta con una plaza dedicada en la población, inculcó a sus alumnos el cuidado y amor por la sierra, que se mantiene después de varias generaciones.
Además, el Ayuntamiento de Binéfar, creó con la participación activa de un grupo de voluntarios, el Consejo de la Sierra. Se iniciaron obras de cuidado de este entorno, arreglo de caminos, campañas de plantaciones, se crearon miradores, rincones, fuentes, zonas de esparcimiento infantil, que lo convirtieron en un espacio privilegiado.
CAMINO NATURAL
Esa iniciativa municipal ha permitido que el Ministerio de Medio Ambiente apruebe la creación del Camino Natural de la Sierra de San Quílez. Una parte importante del trazado, un tramo de dos kilómetros ochocientos metros que conecta el Canal de Zaidín con la sierra, está ya concluido. Es una apuesta vital para que los binefarenses puedan no solamente disfrutar, sino que tengan la oportunidad de conocer la flora y fauna del entorno en un paseo tranquilo.
Los accesos para llegar a la sierra son varios: desde la carretera de Valcarca-Binaced, a través de una senda que conecta directamente con la ermita; igualmente entre Binéfar y Monzón, cogiendo el trayecto del campo de tiro donde se inicia el tramo del Camino Natural ya hecho; o desde la industria cárnica Fribín a la altura del Camino de las Brujas, que conecta a su vez con el camino natural.
La sierra cuenta desde noviembre y hasta marzo con un completo programa de plantaciones de árboles donde binefarenses y comarcanos participan todos los domingos, en el mantenimiento y recuperación.
Hay rincones muy especiales, como el lugar donde un olivo nos indica que el año 2001, la Diputación de Huesca concedió a sus cuidadores el Premio Félix de Azara; el Huerto de Don Hipólito, donde se recuerda de una forma muy especial al maestro que fue capaz de inculcar a sus alumnos la pasión y el amor por este espacio verde; o el Ruello de Majuelo, que recuerda la donación de una familia de la localidad de un apero agrícola que está expuesto de una forma permanente. Los miradores sirven igualmente para tener unas vistas privilegiadas no sólo del casco de Binéfar, sino de las principales cimas del Pirineo, de las localidades cercanas de Huesca y Lérida.
El conjunto de carrascas ubicadas en la división de caminos, o las privilegiadas instalaciones del campo de tiro, con una completa casa equipada para cualquier tipo de evento, o el campo de aviación, dan una idea de que estamos en un territorio privilegiado, especialmente querido por la población de Binéfar. Los fines de semana sirve para que familias y vecinos disfruten de un estupendo entorno natural.
El camino y su puesta en marcha permitirán conocer y disfrutar más a fondo la zona. Ahora la potenciación de este espacio y, sobre todo, involucrar a las nuevas generaciones en el amor y conocimiento de la sierra, son los siguientes retos. Los medios, sin lugar a dudas, están en funcionamiento.
Si quereis saber más sobre la Asociación Ecologista Sierra de San Quílez y su labor no dejeis de clikar en el siguiente enlace:
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